Redondo u oblongo, carnoso o fino, rojo bermejo, verde rayado, naranja piña, dulce, acidulado… En la Provenza, el tomate es más que una fruta, ¡es casi una religión! No hay una comida en el que no esté invitado al plato, desde que empieza la temporada hasta casi la indigestión. Refrescante, sabroso, con un chorrito de aceite de oliva, un poco de flor de sal y una hoja de albahaca, es la tarjeta postal gustativa de la Provenza que se invita como entrante.
En el Restaurante Christian Etienne, ¡es una institución! Ya hace 20 años que el restaurante con una estrella Michelin propone un Menú Tomates para rendir homenaje a las curvas de lo exquisito. Todos los veranos, los aficionados esperan la llegada del tomate como el lanzamiento de un maratón gastronómico estival. Ideado por el Chef Christian Etienne, el Menú Tomates sigue siendo presentado el día de hoy por el nuevo Chef Guilhem Sevin. Una tradición que ha modernizado, un menú al que aporta su propia interpretación en la que conserva una pieza emblemática: el tártaro del trío de tomates. Un plato tan acabado y plebiscitado por los gourmets que hoy es casi imposible que desaparezca de la carta.