Pero debo explicaros cómo nació toda esta idea equivocada de denunciar el placer y alabar el dolor, y os daré cuenta completa del sistema, y expondré las enseñanzas reales del gran explorador de la verdad, el maestro constructor de la felicidad humana. Nadie rechaza, disgusta o evita el placer en sí, porque sea placer, sino porque quienes no saben perseguir el placer racionalmente se encuentran con consecuencias que son extremadamente dolorosas.