Avignon inusual

Como una mise en abîme de los grandes momentos teatrales del Festival de Aviñón, las vidrieras pintadas de Dominique Durant y Marion Pochy son un paseo imprescindible por las calles de Aviñón.Maurice Béjart, el mimo Marceau y Bartabas y su teatro ecuestre evocan el vínculo indestructible entre el Festival y la ciudad. Como un tatuaje en la piel de la ciudad, las historias del Príncipe de Homburg, Scapin, Macbeth, Marianne, Lorenzaccio, Harpagon, Antígona, Hamlet… están inscritas para siempre en los muros de la Ciudad de los Teatros. Hay una cincuentena de vitrinas que podrá descubrir mientras explora la ciudad.

Para completar su visita, y si ya ha visto todos los monumentos imprescindibles, ¡sea curioso y no dude en perderse por las calles y plazas de las ciudades y pueblos de los alrededores de Aviñón! Este insólito «pequeño patrimonio», que a veces puede descubrirse en visitas guiadas, también puede contemplarse en un paseo improvisado por las calles de Villeneuve lez Avignon, que se encuentra frente a la ciudad de los Papas, al otro lado del Ródano.En modo caza del tesoro, vaya en busca de una extraña estatua de un lagarto en la plaza Jean-Jaurès, o averigüe más en la calle des Ricolles.En la rue des Ricollets, descubra el lugar donde se registraron las aguas más altas, testimonio de los estragos del impetuoso río del Rey antes de ser domado por el hombre. En la llanura de la Abadía, o en Rochefort du Gard, descubra las estatuas y exvotos que bordean el Vía Crucis y le transportarán a otro siglo. En Roquemaure, admire las reliquias de San Valentín en la colegiata del pueblo. Todos los años impares, el fin de semana de San Valentín, este tesoro es el escenario de una representación de disfraces basada en la leyenda del patrón de los enamorados.