Durante todo el verano, un jardín efímero aportará calma y poesía a la plaza más majestuosa de la ciudad.
Una manera única de admirar el Palacio de los Papas y el museo del Petit Palais desde el borde del agua.
Lugar de encuentro, lugar para refrescarse, este espacio efímero es una oportunidad para que todos se reúnan y disfruten del verano.