Enclavado entre el Luberon y el Ventoux, el castillo de Thézan parece salido de un cuento renacentista.
Antaño fortaleza inexpugnable, se convirtió en residencia noble de la familia Thézan-Venasque antes de transformarse en prestigioso balneario, frecuentado por la élite.
Después, el tiempo y el olvido lo envolvieron hasta que, en 2019, comenzó una nueva era. Salvado con pasión, el castillo renace en el marco de un ambicioso proyecto de restauración, desvelando por fin sus tesoros al público.
Sus suntuosas habitaciones totalmente amuebladas, sus baños del Segundo Imperio milagrosamente conservados y su parque de estilo inglés, adornado con árboles notables y fuentes de agua a borbotones, transportan a cada visitante fuera del tiempo, a un mundo donde la historia y la belleza se unen en perfecta armonía.
Durante su visita, tendrá la oportunidad de descubrir los salones históricos con su suntuosa decoración, completamente renovados, así como los baños, infraestructuras únicas que se han conservado milagrosamente.
Tras más de 30 años de olvido, se ha abierto una nueva página en la historia del castillo de Thézan.
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