A lo largo de los siglos, se ha tejido una historia de amor entre los 800 km del rey del valle del Ródano y la desembocadura del Mediterráneo. Ello confiere a la ciudad de los Papas su excepcional situación, en la encrucijada de las regiones de Occitanie y Provenza, y su biodiversidad única. A lo largo de sus orillas, entre los gigantes de la Provenza (Mont Ventoux) y la Camarga, desde Aviñón, regálese momentos inesperados de rejuvenecimiento y láncese a descubrir una naturaleza auténtica y virgen.