Avignon es una ciudad a escala humana que le brinda la oportunidad de acercarse a la naturaleza. En los parques y jardines abiertos a todos, o en los senderos del «pulmón verde» de la ciudad, la isla de la Barthelasse, un pequeño rincón de paraíso verde a dos pasos de las murallas, ¡la felicidad está a un tiro de piedra!